El plus de productividad es un complemento económico que reciben algunos funcionarios públicos por el desempeño de sus funciones con especial dedicación, rendimiento o interés. Aunque genera cierta controversia y dudas entre opositores y empleados públicos, es una parte legítima de la retribución reconocida legalmente.
En este artículo te explicamos qué es, quién lo cobra, cómo se regula en 2025 y cómo se diferencia de otros conceptos salariales en el empleo público.
¿Qué es exactamente el plus de productividad?
Se trata de un complemento retributivo variable incluido en la nómina del funcionario, que premia el rendimiento individual, la implicación, la carga de trabajo o circunstancias especiales del puesto.
No está ligado únicamente al puesto o al nivel, como otros conceptos (como el complemento específico), sino a la actuación personal del trabajador.
¿Qué dice la ley sobre la productividad?
El Estatuto Básico del Empleado Público (EBEP) establece que el complemento de productividad:
“retribuye el especial rendimiento, la actividad extraordinaria y el interés o iniciativa con que se desempeñan las funciones del puesto de trabajo”.
Además, la ley exige que su asignación sea justificada y transparente, aunque en la práctica esto varía según cada administración.
¿Quién puede cobrarlo?
No todos los funcionarios lo reciben. Generalmente, se aplica a:
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Puestos de responsabilidad (jefaturas, coordinaciones).
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Empleados con sobrecarga puntual de trabajo.
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Áreas con objetivos cuantificables (informes, tiempos de resolución, productividad digital).
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Funcionarios con evaluaciones de desempeño positivas, si el sistema lo contempla.
Este plus también puede aplicarse a personal laboral si así lo recoge el convenio correspondiente.
¿Cómo se calcula el plus de productividad?
No existe un único criterio. Cada administración establece su propio sistema en función de:
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Presupuestos anuales disponibles.
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Objetivos y evaluaciones internas.
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Normativas propias o acuerdos sindicales.
Por ello, dos personas en puestos similares en distintas administraciones pueden recibir cantidades muy diferentes.
En muchos casos, se abona trimestralmente o en pagos únicos según productividad acumulada.
Diferencias con otros complementos
Complemento | ¿Es fijo? | ¿Depende del rendimiento? | ¿Está en la nómina mensual? |
---|---|---|---|
Sueldo base | Sí | No | Sí |
Trienios | Sí | No | Sí |
Complemento específico | Sí | No | Sí |
Plus de productividad | No | Sí | A veces |
Gratificaciones | No | Sí | Solo si se aprueban |
¿Hay polémica con este complemento?
Sí. Aunque es legal y útil para motivar a los empleados, el plus de productividad ha sido criticado en ocasiones por:
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Falta de transparencia: no siempre se explican bien los criterios de reparto.
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Distribución arbitraria: hay casos donde se ha asignado sin control objetivo.
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Desigualdad entre trabajadores: algunos perciben que favorece a ciertos perfiles.
Por ello, muchas administraciones están implantando sistemas de evaluación del desempeño más rigurosos.
¿Dónde se regula oficialmente?
El plus de productividad suele establecerse en:
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Normas internas de cada administración (ayuntamientos, consejerías, etc.).
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Decretos y acuerdos de retribuciones.
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Convenios colectivos (para personal laboral).
¿Te interesa saber cómo se aprueban estos complementos por ley? No te pierdas nuestro artículo sobre:
¿Cuál es la diferencia entre Real Decreto y Decreto-ley?
Conclusión
El plus de productividad en los funcionarios públicos es un mecanismo válido para premiar el esfuerzo individual y mejorar la eficacia del servicio público. Aunque su aplicación varía y a veces genera críticas, en 2025 se sigue consolidando como una herramienta clave en la gestión del talento dentro de las administraciones.
Entender cómo funciona te ayudará si ya trabajas en el sector público o estás preparando una oposición.