Has estudiado el temario, cuentas con el apoyo de buenos preparadores, quizás incluso te apuntaste a una academia de prestigio y tienes toda la documentación lista. En teoría, todo está a tu favor para lograr tu plaza.

Pero surge la duda: ¿y si no lo consigo? ¿Y si hay demasiados aspirantes? ¿Y si el examen está amañado?

Ese tipo de pensamientos negativos son más comunes de lo que imaginas. La clave está en no dejar que ellos dirijan tu camino.

El poder de creer en ti mismo

Cuando decidiste presentarte a la oposición, lo hiciste porque sabías que podías lograrlo. Y eso sigue siendo cierto hoy.

Creer en tus posibilidades no es un simple consejo motivacional: es una herramienta real. Los pensamientos positivos generan conductas que te acercan a tus objetivos, mientras que los negativos te paralizan.

Muchos opositores con gran potencial se quedan por el camino porque dudan de sí mismos. Los límites, en la mayoría de los casos, están en la mente.

El verdadero enemigo: los nervios del examen

No basta con estudiar. El día de la prueba, muchos opositores se enfrentan a su mayor obstáculo: ellos mismos.

Un opositor nos contó su experiencia: había estudiado a diario, repasado con un tutor excelente y dominaba el temario. Sin embargo, el día del examen, al ver el papel delante, su mente se quedó en blanco. No contestó casi nada y perdió la oportunidad.

Al año siguiente, con la misma preparación y una mejor gestión emocional, aprobó y consiguió su plaza.

La lección es clara: los nervios y los pensamientos negativos pueden costarte el esfuerzo de meses o años.

Consejos para mantener la calma y la confianza

  • Rodéate de pensamientos positivos. En los días previos evita conversaciones con personas negativas y procura distraerte con actividades que te relajen.

  • Confía en tu preparación. El examen solo incluirá contenidos del temario, nada más.

  • Entrena tu mente. Ensaya simulacros en condiciones parecidas a las del examen para acostumbrarte a la presión.

  • Cuida tu cuerpo. Una mala alimentación o un problema de salud el día del examen puede convertirse en un obstáculo mayor que los nervios. Descansa bien y mantén hábitos saludables.

Conclusión: tú tienes el control

Has dedicado tiempo, esfuerzo y disciplina. El conocimiento ya está dentro de ti. Lo único que necesitas el día del examen es confiar en ti mismo y no dejar que los nervios te dominen.

Recuerda: no se trata solo de estudiar un temario, sino de llegar al examen con la seguridad de que puedes conseguir tu plaza.

Porque, si crees en ti y en lo que has trabajado, estarás mucho más cerca de lograrlo.