En un mercado laboral marcado por la incertidumbre, la temporalidad y la dificultad para encontrar un trabajo estable en el sector privado, muchos buscan una alternativa más segura: convertirse en funcionario.

Un salario fijo y puntual, vacaciones garantizadas, un horario estable y un nivel de estrés controlado son algunos de los atractivos del empleo público. Pero para llegar a ello, hay que pagar un precio: prepararse para superar una oposición.

¿Qué significa ser opositor?

Ser opositor no es simplemente estudiar: es un compromiso a largo plazo. Requiere tiempo, dinero, esfuerzo y, sobre todo, constancia.

Quien decide opositar debe aceptar tanto las ventajas como los sacrificios que implica.

No es un camino sencillo, pero sí seguro: con disciplina y motivación, la meta de conseguir una plaza es alcanzable.

El apoyo del entorno: luces y sombras

Uno de los primeros pasos es comunicar tu decisión a familiares y amigos.

  • Algunos lo celebrarán y te apoyarán.

  • Otros, en cambio, dirán que pierdes el tiempo o que nunca lo lograrás.

En este punto, recuerda: lo más importante es creer en ti mismo. No dejes que los comentarios negativos frenen tu motivación.

La parte económica: una inversión real

Preparar una oposición también supone una inversión económica y de tiempo. Debes plantearte cómo financiar el proceso:

  • Si cuentas con ahorros, puedes dedicarte de lleno al estudio.

  • Si no, tal vez necesites un trabajo que no requiera demasiado esfuerzo mental y te deje espacio para estudiar.

En cualquier caso, ten en cuenta que habrá sacrificios: menos salidas con amigos, menos ocio y más disciplina. Pero cada renuncia suma en el camino hacia tu plaza.

Elegir la forma de preparación

No todos los opositores estudian de la misma manera. Algunas opciones son:

  • Preparación individual, elaborando tu propio temario e investigando por tu cuenta.

  • Coach personal, que te guiará con técnicas y motivación.

  • Academias especializadas, que ofrecen temarios actualizados, tutores con experiencia y un grupo de apoyo.

La elección dependerá de tus necesidades, tu presupuesto y tu estilo de aprendizaje.

La motivación: tu motor principal

La motivación es lo que sostiene al opositor a lo largo del tiempo. Al inicio, estudiar resulta emocionante, pero con el paso de los meses puede aparecer la desmotivación, sobre todo si aún no hay fecha de examen.

Para evitarlo:

  • Apóyate en amigos y familiares que te animen.

  • Estudia en grupo o apúntate a un centro de formación para mantener el ritmo.

  • Considera la ayuda de un preparador o coach, que también será un impulso constante.

Recuerda: cuanto mejor preparado llegues, mayor será tu puntuación y más cerca estarás de tu plaza.

Conclusión: el momento de empezar es ahora

Si tienes claro que quieres ser funcionario, no lo pienses más.

  • Elige el puesto al que aspiras.

  • Revisa los últimos temarios publicados en el BOE.

  • Infórmate sobre el proceso y comienza tu preparación.

Este año, una de las plazas puede ser para ti. La decisión está en tus manos.